Mucho ha cambiado la condición del español en la Fórmula 1 en el último año. Alonso ha pasado de ser el número 1 en dos ocasiones consecutivas, venciendo de forma merecida a Raikkonen y Schumacher, a luchar contra los elementos en una escudería donde aterrizó como líder y despegó como mártir. El novato Hamilton y su escudero Ron Dennis no le hicieron pasar un buen año, a pesar de conducir uno de los mejores coches de la parrilla del año 2007. Y de la cima, el guaje ha pasado a tener serias dificultades a conseguir un monoplaza para el próximo año. Las puertas de Ferrari parece que no se abrirán hasta 2009 (el verdadero objetivo de Alonso) y, mientras, el resto de escuderías no concibe inscribir a un bicampeón del Mundo con un contrato de sólo un año de validez.
Creo que el asturiano sabe que se ha equivocado. Sabe que con el McLaren, un coche competitivo, al menos podría haber luchado por alcanzar el primer puesto de la clasificación del Mundial. Con o sin Hamilton, con o contra Dennis, Alonso podría aspirar de nuevo al título. Ahora, las opciones se reducen, con varias marcas con la puerta cerrada y una única opción viable. Volver a Renault es como bajarse los pantalones. Tras el presunto 'fracaso' en la escudería anglosajona, volver a la marca francesa con el rabo entre las piernas es la única vía probable de que Alonso esté en la parrilla el año que viene. La duda está en saber si junto a Briatore, el español volverá a ser competitivo o se verán reducidas sus opciones de optar al título.
