12 de noviembre de 2007

Robinho's Party

¿El nuevo Pelé? Pamplinas. Eso es tan disparatado como decir que Messi es el nuevo Maradona. Ni uno ni otro se acercan a esos mitos del fútbol, porque una cosa es hacer un precioso gol parecido al del Pelusa en México 86, o realizar varias filigranas al estilo de O Rei; y otra cosa es mantener ese nivel y ser Pelé o Maradona en todos los partidos. Pero lo que sí es cierto es que ayer se vio a un buen Robinho, quizás la mejor versión desde que aterrizó en España.

Cádiz fue la cuna que le vio nacer futbolísticamente en el Real Madrid, y la afición gaditana tuvo el placer de ver a un gran Robinho. Ya allí se le comenzó a hablar de su semejanza con Edson Arantes do Nascimiento. Dos goles y una asistencia fue la firma de su trabajo de ayer, en la que el Real Madrid se apoyó para remontar el partido ante el Mallorca. Del brasileño, además, nació una jugada espectacular a los ojos de cualquier espectador. Un control perfecto de Robinho en la banda izquierda a pase de Van Nistelrooy, se marchó de su marca bermellona y tras un par de bicicletas, pisó la pelota con el pie derecho para dejar a Héctor en el suelo, encarándose el esférico a su pierna buena y efectuando un disparo cruzado que rozó la escuadra izquierda de Lux. Si hacen memoria, recordaran una jugada similar de Zidane ante el Deportivo, aunque aquella acabó en gol. Golazo, mejor dicho.


Y es que parece ser que a Robinho le sentó de maravilla su salida nocturna en su última concentración con la canarinha. Robben le ganó el puesto en los primeros compases de esta campaña, pero con el gafe del holandés, llegó una nueva oportunidad para el brasileño. Siempre se le ha considerado como un buen jugador, pero irregular y lleno de altibajos. Ahora encarrila una buena racha, en Liga y Champions. Pero que no se confíen los madridistas. Que el chispazo de una buena tarde no les ciegue, y menos a Robinho, y se siga exigiendo.

Y ahora va y se para la Liga, y vuelve el famoso 'Virus FIFA' que tanto da que hablar últimamente. Le doy un consejo a Robinho. Que se pegue una juerga como la de hace un mes, que si vuelve el doble de enchufado como desde entonces, ya habrá valido la pena.