30 de octubre de 2007

Sobre la marcha de Juande y Quique

Tras la sorpresa de la marcha de Juande Ramos por voluntad propia al Tottenham inglés, la madrugada del domingo nos deparó un nuevo cambio de entrenador en otro equipo de Champions. Y es que el encuentro del domingo entre el Sevilla y el Valencia no tuvo desperdicio alguno. Manolo Jiménez, sevillista de toda la vida, debutaba en el banquillo del primer equipo, ya con Juande en el White Hart Lane viendo como su nuevo equipo perdía en el último minuto ante el Blackburn.

3-0. Los de Nervión se impusieron con una superioridad escandalosa a los de Quique Sánchez Flores. Sin Villa y sin Silva, al Valencia le faltó mordiente, le faltó fuerza, le faltó gol. Y el miércoles llega el Madrid. Y Soler ya se olía un nuevo "Quique, vete ya" en Mestalla si no se ganaba al líder. Y lo peor. Que esos gritos fueran acompañados de un "Soler, vete ya". En Sevilla lo dijo claro su presidente Del Nido: "A rey muerto, rey puesto". Y la fórmula le funcionó el domingo con el entrenador del filial, que parece que por el momento no va tener sustituto.

Pero en Valencia... ¡Ay, en Valencia! Las cosas no pintan tan bien como en la ciudad del Guadalquivir. Óscar Fernández, que hasta la fecha entrenaba al filial ché en Tercera División, se hace momentáneamente con el cargo de entrenador. Pero el Valencia busca dar un 'pelotazo', y traer a tierras valencianas a un técnico con nombre, con prestigio y por mucho dinero. Fabio Capello, Marcelo Lippi, José Mourinho, Felipe Scolari, Didier Deschamps o Vicente del Bosque son algunos nombres que maneja el presidente de la entidad. Pero parece que estos nombres, por un compromiso u otro, irán cayendo de la lista de candidatos, y la junta directiva del Valencia ya baraja la idea de traerse a Ronald Koeman (técnico del PSV) dando un pelotazo parecido al del Tottenham con Juande Ramos.