1 de octubre de 2007

Y los sueños, sueños son

La pasada madrugada, Fernando Alonso debió recordar aquella frase de Calderón de la Barca en su obra maestra La vida es sueño. El debut del circuito de Fuji en la Fórmula Uno no pudo dejarle peor recuerdo al piloto asturiano. Bajo una incesante e intensa lluvia, se tomó la salida tras el Safety Car, que no abandonó la pista hasta bastantes vueltas después. Muchos llegaron a pensar en que la comisión de carrera acabaría mostrando la bandera roja, indicando la suspensión de la prueba. No fue así, y los 22 coches que salieron a pista tuvieron que padecer las horribles condiciones climáticas de Japón. Tras una inédita carrera, Hamilton subió al escalón más alto del podio, por lo que aventaja a Fernando en 12 puntos y da un serio estacazo para la consecución del título mundial.


En esta ocasión no hay peros que valgan. Habrá que reconocer que el piloto inglés ha sido mejor, o que al menos, ha tenido todo de cara para ganar. Lamentarse sirve de poco o de nada, a estas alturas, solo para incentivar a la prensa británica a cargar más fuerte sobre la imagen del bicampeón español. Nadie sabrá qué hubiera sido de Hamilton sin ese apoyo incondicional de su escudería, de Ron Dennis. Si hubiera conseguido estar donde está sin estudiar la telimetría de su compañero de equipo o si la suerte no lo hubiera dado un pase vip de temporada. En estos momentos es el virtual campeón del Mundo de la Fórmula Uno, y se tiene que digerir.

Digerir porque los defensores de Fernando Alonso, quizás por no ser del todo objetivos, hemos visto que el español podría haber revalidado su título en circunstancias muy diferentes a las que se han dado. El 'nano' le enseñó los dientes a Hamilton, pero el encontronazo con Vettel fue suficiente para abandonar. Ahora sólo cabe pensar en algo parecido a un milagro. No firmo nada, pero Raikkonen está muy cerca y la escudería británica no se juega nada en el Mundial de Constructores. Caer a la tercera plaza engrandecería el triunfo del piloto inglés y añadiría un motivo más a la lista para justificar la 'salida forzada' del español de McLaren.