Tras concluir los noventa minutos del encuentro con el resultado inicial, 0-0, los jóvenes nacionales, sin su estrella Bojan, tomaron el camino hacia los once metros con miedo. La suerte desde el punto de penalti siempre está echada, a pesar de que ante el combinado francés, esa suerte se volcara hacia los españoles. Pero ni siquiera desde el punto fatídico lograron batir al portero nigeriano, Ajiboye, que detuvo dos de las tres penas máximas lanzadas por el combinado español. llarra, Fran Mérida e Iago se enfrentaron a ese duro trámite desde los once metros. Los tres erraron, pero nada se le ha de reprochar a España.
Los de Santiesteban acusaron en demasía el desgaste físico en la semifinal ante Ghana, además de notar la ausencia de la perla del Barcelona, Bojan. La selección nigeriana, mucho más fuerte físicamente, se dedicó a conservar su portería a cero y a esperar al error español, que no llegó hasta la conclusión del encuentro. Aunque tampoco llegó el acierto.
Aún y así, la sub-17 ha cerrado el Mundial con un papel excelente sobre el terreno de juego, demostrando de nuevo que las categorías inferiores españolas contienen un talento exquisito para nuestro fútbol. Esta vez no pudo ser, pero las nuevas generaciones vienen pisando fuerte.
