El piloto asutriano no se lo ha pensado dos veces y parece que ha enviado información relevante en el caso de espionaje, documentos y correos elecrónicos que delatarían a McLaren de utilizar información confidencial del diseño de los monoplazas de Ferrari. Alonso se ha encontrado entre la espada y la pared. Su malestar en McLaren le han hecho dar el paso. "Mi obligación es colaborar con la FIA", declaraba el español hace pocas horas. Ya ha dado el paso, y ahora sólo a partir del 13 de septiembre se sabrá qué ocurre con su futuro, tras la celebración del Consejo Mundial de la FIA donde se decretará la implicación de la escudería británica con el caso de espionaje.

Así, las horas de Fernando en McLaren podrían estar contadas. Si su equipo es sancionado, podría perder todos los puntos del campeonato de marcas, e incluso quedar excluída totalmente del Mundial. Por ello, el piloto asturiano medita en las últimas horas su retirada. No definitiva, pero sí por lo que queda de temporada, a esperas de caer en el año próximo en las manos de otro volante. Las opciones: Ferrari y Toyota. Lo que sí parece claro es que Alonso quiere irse lejos de Ron Dennis, Hamilton y toda la escudería McLaren.