21 de septiembre de 2007

La foto ya no la cambia nadie

Después de catorce meses se hizo oficial lo que ya era un hecho. Óscar Pereiro ya es ganador del Tour de Francia 2006. Se confirmó el positivo del norteamericano Floyd Landis, confirmando que alcanzó aquella ya lejana primera posición de la general bajo efectos del dopaje. Ese virus que está afectando tanto al ciclismo de hoy y que ha provocado, tras el escándalo del último Tour, que en la presente Vuelta a España la presencie menos público que un concierto de la Pantoja de Puerto Rico. Triste desenlace de una temporada de ciclismo empañada por ese síntoma artificial que ya se ha cargado la carrera de varios nombres como Alexander Vinokurov y todo el equipo Cofidis.

La nota positiva es que la lucha contra el dopaje sigue en pie. Se descubren a los 'tramposos' y se les condena como merecen. Landis ha sido sancionado y excluído del Tour 2006, por lo que el segundo clasificado, Pereiro, sube hasta el primer escalón. Además, el americano deberá cumplir dos años de suspensión, tras confirmarse el positivo por testosterona con motivo de la decimoséptima etapa de la penúltima ronda gala. El castigo es justo, y aunque a Pereiro le concedan el título de campeón, nadie le devolverá lo que era suyo: subir al primer escalón en los Campos Elíseos de París. La foto ya no la cambia nadie.