26 de septiembre de 2007

Daños colaterales

Lo del conflicto televisivo está comenzando a tener consecuencias demasiado graves que no se pueden pasar por alto. Ya no es que entre Mediapro y Sogecable no se pongan de acuerdo para emitir los partidos en abierto, cediendo los derechos a autonómicas y La Sexta, o por PPV (pay-per-view), sinó que comenzamos a sufrir una especie de censura del fútbol en nuestra programación deportiva.

Ayer por la noche, el partido Sevilla-Espanyol fue vivido por miles de personas de la manera tradicional. Por la radio. Un invento que gracias a Dios nos permite vivir de otra manera el deporte, gracias a la profesionalidad de aquellos que nos describen gráficamente lo que no podemos ver mediante imágenes. Durante toda la jornada de ayer, Digital Plus informaba a sus abonados que podían comprar el partido de las nueve de la noche para así visualizarlo en su plataforma de Taquilla, donde se emite con normalidad la jornada de nuestra Liga (además del partido de Canal+). Lo sorprendente fue cuando, a pocos minutos de comenzar el encuentro en el Pizjuán, y sin dar ningún tipo de explicación, la información del encuentro desapareció y comenzó la programación normal para ese canal.

Muchos conectamos con La Sexta, pensando en una nueva rebelión de Mediapro y con la esperanza de ver el encuentro en abierto. Nuestro gozo en un pozo. Nos tuvimos que conformar con escuchar la emisora mientras veíamos a Kid Torres marcar su primer hat-trick con la camiseta del Liverpool (Teledeporte). Y el partidazo de Nervión no fue para nada un encuentro de los que te dejan adormilado en el sofá. Y lo preocupante es que todavía nadie se atreve a confirmar que la jornada de hoy vaya a ser emitida, ni por PPV ni en abierto. Con el conflicto entre Mediapro y Sogecable tenemos una cosa clara: el que más pierde es el espectador.