Noche de Champions. Estadio de San Siro. En el campo, dos clubes que entre ambos suman 10 Copas de Europa. Cuartos de final entre Milan y Bayern de Múnich. El conjunto lombardo arrancó a galope, angustiando a los alemanes durante los primeros diez minutos de la primera mitad. Acoso sin derribo. La defensa del Bayern (comandada por Van Buyten y Lucio) forjaron un muro infranqueable, por el cual los rossoneri no consiguieron hacer brecha.
Los minutos pasaban, el Milan lo intentaba, ante su afición, sin premio. Y a la vez, los germanos buscaban sorprender a un veterano Dida desde fuera del área, con disparos fuertes y con intención de Ottl (sustituto del sancionado Van Bommel) y Salihamidzic. Aunque la mejor ocasión de la primera mitad la tuvo el Milan. Un centro por la banda derecha lleno de veneno llegó a la cabeza de Gilardino, que remató con fuerza hacia la portería, pero el esférico se encontró con el meta del Bayern, Rensing (que sistituía al también sancionado Kahn), demostrando que a pesar de su inexperiencia en Europa no se lo iba a poner fácil a los lombardos.
Tras una gran jugada de Kaka', que cayó dentro del área tras ser derribado por un defensa germano (el colegiado no vio penalty), llegó el gol local. A la salida de un córner, Oddo le dejó un gran balón a Pirlo, que batió a Rensing con un testarazo extraordinario. Con el 1-0 en el marcador, se llegó al descanso.
El partido estaba abierto, la diferencia del Milan no era suficiente, sobretodo al contemplar que los de Hitzfeld no bajaron los brazos y se lanzaban al ataque intentando sorprender a Dida. Los italianos comenzaron la renaudación como la primera mitad, acosando la portería de Rensing. Pero el Bayern lanzaba avisos de vez en cuando, en un partido de subidas y bajadas y dejando de lado los 'cattenaccios' y el juego lento y estático.
Precisamente, en uno de los 'toques' de atención del Bayern, llegó la igualada. Van Buyten aprovechó un balón suelto dentro del área para poner las tablas en el luminoso de San Siro, que enmudeció por unos instantes, perplejo. Pero un golpe de suerte (del señor del pito) permitió al Milan volverse a adelantar en el marcador. El colegiado, el ruso Yuri Baskakov, señaló una pena máxima sobre Kaka' (inexistente) por un presunto derribo del central brasileño Lucio. Su compatriota lombardo convirtió el disparo desde los once metros y el mítico estadio italiano volvió a vibrar. Faltaban tan sólo seis minutos más el descuento, y los rossoneri ya se veían con la victoria en los bolsillos.
Pero el juego alemán no tiene fama de bajar los brazos antes del final, precisamente. El Bayern volvió a tomar el control del partido en los últimos compases, y acosó al Milan hasta llevarse el premio por su esfuerzo. De nuevo Van Buyten ejerció de héroe y volvió a colocar el empate en el marcador en el último minuto del descuento. El 2-2 desplaza el cartel de favorito hacia el conjunto bávaro, que en su nuevo Allianz Arena ejerce una soberanía intratable. Sin duda, el partido cumplió las expectativas de una gran noche de Champions que, seguro, se repetirá dentro de una semana en Múnich.