18 de noviembre de 2007

Imperio Federer

Del partidazo que nos regalaron a principio de semana David Ferrer y Rafael Nadal (con victoria final del alicantino), llegamos al sábado con el mal sabor de boca que nos ha dejado el duelo que a priori siempre resulta interesante, entre el primero y el segundo mejor del mundo. Roger Federer-Rafael Nadal.

Pues a mí, en esta ocasión me ha decepcionado bastante. No el suizo, que se ha mostrado intratable ante el manacorí. Un buen primer set, es lo que se vio ayer en el la Copa Masters de Shangai. Pero en el segundo set vimos algo similar a lo que se pudo ver en Madrid la semana pasada, ese enfrentamiento entre la incombustible Henin y la suplente de la Williams (la francesa Marion Bartoli). Sin ánimo de ofender, pero Rafa acusó mucho perder la oportunidad de romperle el servicio a Roger con los cuatro ices del líder del tenis actual.


A raíz de la consecución del primer set del suizo, Nadal se vino abajo. Se agazapó, como con miedo a un nuevo zarpazo de Roger, y este no tuvo piedad para endosarle un 5-0 brutal en la segunda manga. Y es que Nadal no es el mismo desde la lesión. Sigue tocado, no sé si física o anímicamente, pero no es el de siempre. Como el segundo mejor tenista del mundo que es, convierte puntos extraordinarios, le devuelve pelotas al número 1 del mundo que otros ni la olerían, pero le falta una marcha.

El del 'Cola-Cao' en este torneo ha sido Ferrer. Con qué fuerza cogió esta Copa Masters. Su partidazo ante Nadal no fue un espejismo, sólo hubo que ver la primera semifinal, cómo se deshizo de Andy Roddick. Pero, ¡ay! amigo Ferrer... Lo que no esperaba el alicantino es encontrarse con un Federer en el mejor estado de forma. En el primer set, al suizo le bastaron 26 minutos para inaugurar su casillero y meterle presión a su rival. Tanta que se deshizo, como le pasó a Nadal, y el segundo set tuvo más errores y Federer se engrandeció, soltando lindezas con su raqueta y arrancando los aplausos de los bienaventurados que pudieron disfrutar del show del suizo. Por encima le pasó el número 1 del Mundo al español en la final, en la que no tuvo casi margen de maniobra ante el cuatro veces campeón de la Copa Masters de Shangai. Cierre de temporada de tenis con un Federer extraordinario.