Época de tormentas en Can Barça. El conjunto azulgrana no ha arrancado con buen pie la temporada y su técnico,
Frank Rijkaard, está comenzando a perder su crédito.
Joan Laporta, más exaltado que nunca últimamente, ya le ha dado un 'toque' al técnico holandés. No lo volverá a pasar ni una. Y la primera piedra de
Frank llega mañana miércoles: el Olympique de Lyón. Aunque los galos tampoco son lo que fueron: el campeón francés ya ha perdido dos encuentros de Liga en las primeras siete jornadas, cuando las últimas temporadas, a estas alturas, era intratable. Aunque ha encarrilado su senda de victorias, consiguiendo cuatro victorias consecutivas en la Ligue 1. El pichichi de la competición francesa,
Karim Benzema, está en sus filas y apunta al Barça.
Suficiente para que al bueno de
Frank le haya entrado el pánico. Y es que la presión es importante. Tres próximos enfrentamientos le esperan en el Camp Nou. El de mañana, en el estreno en la Champions, ante el Lyón. Y los dos próximos enfrentamientos ligueros, ante Sevilla y Zaragoza. Que no son precisamente moco de pavo... No sólo
Laporta ejercerá una fuerte presión sobre el holandés. 85.000 almas evaluarán a este Barça que ya ve con una ligera distancia a su máximo rival en Liga, el Real Madrid.
Rijkaard tiene motivos como para preocuparse.
