Parecía un sueño cuando una estrella procedente del Manchester aterrizaba en Barajas para alzar al Madrid al cielo. Uno de los mejores centrocampistas del mundo, un asistente de primera, un artillero que holía la escuadra a kilómetros. David Beckham llegaba en 2003 a un Madrid campeón de Liga y semifinalista en la Champions con ilusión y con ganas de conseguir títulos vistiendo la camiseta blanca. Una pretemporada notable, un buen inicio de temporada marcando en su primer partido de Liga, dejando huella en sus asistencias en los primeros tropiezos tanto en Liga como en Champions. Pero de nada sirvió al Madrid el fichaje estrella, porque, a pesar de que comenzaba una "etapa galáctica", la casualidad ha hecho que desde que el capitán de Inglaterra aterrizara en España, el Madrid sólo ha abierto su vitrina de trofeos para limpiar el polvo.
Y como el fichaje estelar no acababa de cuajar, llegó Owen, otro inglés que destacó en la delantera blanca pero al quien no se le dió oportunidad. Ronaldo, el único fichaje estelar que por el momento da resultados y convence, es quien ha ido sacando las castañas del fuego al Madrid.
Porque luego tenemos a Guti, un cerebro al que poco a poco le están desgastando las neuronas de tanto marearlo en la alineación. ¿Cómo puede un centrocampista como Guti seguir en el banquillo, con los partidos que ha salvado en los últimos minutos?
Y luego está el caso Raúl. Nadie puede negar que el capitán ejerce una verdadera presión a los rivales, que lucha más que nadie en el terreno de juego y es quién manda en el vestuario. ¿Pero realmente debe exprimir los 90 minutos en el campo en un partido en que se ve que no puede más? Quizás es hora de darle un descanso, después de 11 temporadas en el primer equipo.
¿Y Zidande? ¿Y Roberto Carlos? ¿Y Helguera? ¿Y Salgado? Jugadores veteranos de 30 años de edad media que se les está acabando poco a poco el gas. Lógico, llevan muchos partidos en sus piernas.
¿Pero y Portillo? ¿Y Soldado? Menos mal que por lo menos con Robinho han acertado, un jugador joven que todavía tiene que madurar pero que dentro de poco será un gran jugador. Y es que la gente joven es la que siempre sale adelante. Pero parece que a Floren le gustan más los de su quinta. Si fuera por él, todávía jugaría el pobre Di Stefano.
Porque la gracia del asunto están en aquellos que se están luciendo en el Barça. Ronaldinho prácticamente vestido de blanco y el presi prefiere un fichaje mediático. ¿Y Eto'o? Formado en la cantera del Madrid y cuando él ya se veía goleando en el primer equipo (por mucho que les pese a muchos), Florentino le deja escapar hacia Barcelona para traer a un Owen que tan pronto despacharía. Pero, ¿y Morientes y Cambiasso? ¿Tan malos resultados daban? Quizás si tanto Queiroz, como García Remón como ahora Luxemburgo pusieran a los jugadores en su posición natural cumplirían más en el campo. Pero no, había que dejar a un Raúl o Ronaldo agotados en la punta mientras el Moro calentaba los nuevos asientos térmicos de los banquillos. No se quejarán Inter y Liverpool de los "restos" del festín de Florentino.
Pero lo peor de todo está en el tema Casillas. Un guardameta que ha salvado al Madrid en tantas ocasiones. Un fabuloso portero de 24 años, que sin ir más lejos ha impedido este fin de semana una goleada humillante en el Bernabéu. Y ahi lo tenemos. Un Florentino que todavía parece que no haya revisado su contrato, porque cualquier presidente sensato hubiera visto que en menos de un mes Casillas puede estar en el mercado. Una de dos, o lo tiene muy seguro, o es que quiere fichar a Chalivert.
¿Y ahora qué? Ay Floren, mira que te cuesta aprender. Que el futbol no es para vender camisetas, que de eso ya existe en España y se llaman mercadillos. Y sólo se le ocurre la brillante idea de de pensar en otro fichaje "galáctico" como Ballack. Señor presidente, con todos mis respetos, piense antes en el honor y la historia del club, y no de comprarse tantos terrenos por toda España, por favor.