Todo fue diferente a lo que la mayoría esperaba. No hubo goleada azulgrana, tampoco consiguió la victoria el Madrid, no brilló Eto'o en su duelo con Ronaldo, pero el brasileño esta vez sí que hizo su trabajo. Y es que, el Clásico que todo el mundo esperaba ver, se desmoronó en el 21' de la primera. Medina Cantalejo por un lado, y Roberto Carlos por el otro destrozaron el partido. El colegiado al equivocarse al señalar un penalti inexistente sobre Van Bommel, y Roberto Carlos al no mantener la boquita cerrada. Ronaldinho no perdona, engaña a Casillas y adelanta a los azulgranas.
El Barça, a partir de ahí, también se equivocó. Creyó ser el dueño del partido, soñó con una goleada estrepitosa, e incluso creyó que saldría del Camp Nou ovacionado por los seguidores desplazados desde Madrid. Demostró fue superior en todo momento, pero se olvidó contra quién estaba jugando, subestimó demasiado a su rival, y le cayó el castigo. De las botas del brasileño Ronaldo, aquel que hace tan solo un mes criticaban duramente por su estado físico y de juego, aquel a quien ya querían enviar de vuelta a Italia tomó el balón, voló hacia Valdés y le batió como ninguno lo hubiera hecho. Incluso un defensa como Motta se quebró al intentar seguirle. Era el empate de los blancos, que jugaban con diez hacía varios minutos tras la 'autoexpulsión' de Roberto Carlos.
Pero la superioridad del Barça siguió siendo patente en el terreno de juego. Aunque también subestimaron la habilidad del jugador que se encontraba entre palos. El, hoy en día, mejor portero del mundo, volvió a salvar al Madrid. Casillas defendió la portería con uñas y dientes, y no dejó que ninguno de los 39 disparos que realizó el Barça en la segunda parte de ganara la espalda.Así que el Clásico, en lugar de sentenciar la Liga la aviva un poco más. No fue un resultado que favoreciera a ninguno de los dos equipos, menos incluso al Madrid, que ve como las esperanzas de recortar puntos se esfuman a falta de 7 jornadas para el final de temporada.
En definitiva, se vió un mal Clásico que, a pesar del empate y la superioridad que tuvieron los azulgranas, parece dejar mejor sabor de boca a los blancos que no a los de Rjkaard. Y es que el Barça ya se veía goleando desde hace varias semanas. Y es que de un 3, 4 ó 5-0 a un empate de penalti, hay un tramo. Supenso de Medina Cantalejo y de Roberto Carlos, aprobado justo para los azulgrana y matrícula de honor para Ronaldo y Casillas en un Clásico que no fue como todo el mundo esperaba.