Fernando Alonso consiguió la victoria en el circuito de Sakhir, el GP de Bahrein, en el pistoletazo de salida del nuevo campeonato de Fórmula 1, donde el asturiano estrena el "1", llega 1º a la meta, y se coloca en 1ª posición en el mundial de pilotos. Y el alemán sólo puede mirar hacia arriba y ver a su sucesor. Pues Michael Schumacher, a pesar de conseguir la pole el sábado y de conservar gran parte de la carrera esa primera plaza, no pudo hacer nada cuando a la salida del segundo respostaje de Fernando, el asturiano le metió miedo y, rueda con rueda durante unos segundos, consiguió imponerse al heptacampeón del mundo. El español le aguantó las últimas vueltas, como ya pasó el año pasado en Ímola, pero a lo grande. Así que Fernando se coloca otra medalla y empieza el año como acabó el pasado, con una victoria y como un campeón. Y ya sabe quiénes serán sus rivales este campeonato. Uno será el alemán, que parece resucitar esta temporada, y otro será el finlandés Kimi Raikonnen, gran conocido de Alonso, que ayer volvió a realizar una gesta que no tiene precio. Subió al podio en tercera posición habiendo salido desde la última posición de parrilla. Todo un logro para "El Hombre de Hielo" que parece tener los mismos problemas que la pasada campaña.
Además del espectáculo de los tres primeros, vimos un Montoya abatido, un Barrichelo que entra con mal pie, un Fisichella sin suerte y un "niño prodigio", Niko Rosberg, que debuta en la F1 quitándole el récord de precocidad a Alonso consiguiendo una vuelta rápida. Se nota que tiene sangre de campeón. Y habando de campeones... ¿que significará el 'bailecito' que se marcó el asturiano encima de su monoplaza y en el podio? "Secreto", acabó diciendo a los medios. Al final de la temporada saldremos de dudas.